jueves, 13 de febrero de 2014

El PSOE lamenta el rechazo del PP a considerar la sal marina producto agroalimentario

Pleno del Parlamento de Canarias

El PSOE lamenta el rechazo del PP a considerar la sal marina producto agroalimentario

La diputada socialista Belinda Ramírez defiende una PNL para instar al Estado a que las explotaciones de sal marina dejen de regirse por el régimen minero y pasen a ser producto agroalimentario
13 Febrero 2014

La diputada socialista Belinda Ramírez lamentó este miércoles el rechazo del PP a la proposición no de ley por la que la Cámara solicitará al Gobierno canario que inste al Estado a que la sal marina artesanal que se produce en Canarias deje de regirse por el régimen minero y pase a considerarse producto agroalimentario.
En sesión plenaria, Ramírez puso de relieve la importancia de la industria artesanal salinera, “con lo que supone la sal para nuestro paisaje y territorio”, pese a lo cual, actualmente quedan sólo diez de las sesenta que existieron en las Islas. Señaló que de la lectura de algunos artículos se desprende que Canarias es el mejor ejemplo donde es más que manifiesta la necesidad de implantar políticas de promoción de la sal propia artesanal en sustitución de la sal industrial importada.
La parlamentaria majorera denunció las contradicciones del PP también en esta materia, “porque en 2010 apoyó firmemente una proposición no de ley en el mismo sentido que la que hoy rechaza”. Como recordó, los ‘populares’ canarios “pidieron entonces lo que ahora se niegan a llevar a cabo, que no es más que un cambio en la legislación básica que permita que la sal marina no se rija por la legislación minera”.
Por ello, cree que “no son de recibo actitudes como ésta y el incumplimiento reiterado de las promesas que recientemente le realizaron al sector la delegada del Gobierno de España en Canarias, María del Carmen Hernández Bento, y el diputado nacional lanzaroteño del PP, Francisco Cabrera”.
DENOMINACIÓN DE ORIGEN
“Es inexcusable que las administraciones canarias lleven a cabo acciones que contribuyan a salvar la actividad y a lograr que la sal marina artesanal canaria se identifique en las islas como un producto de alta calidad gastronómica, de calidad alimentaria, que logre el aprecio de los consumidores”, expresó Belinda Ramírez.
Para que las salinas pasen a estar enmarcadas en el sector agrícola como producto agroalimentario, continuó, es necesaria la obtención de la denominación de origen protegido de la sal marina de Canarias. Recordó que ya se han llevado a cabo varios trámites y actuaciones desde el Gobierno regional ante la insistencia de la Asociación de Productores de Sal Canaria, “pero urge agilizar esa tramitación de manera que la denominación de origen se obtenga cuanto antes”.
Explicó que pese a que prácticamente todas están protegidas como BIC o como Espacio Natural, esta protección patrimonial y natural “no garantiza que desaparezca esa situación de deterioro que las amenaza seriamente, a lo que se suma la falta de relevo generacional como algunas de las cuestiones que impiden la reactivación económica de este sector”.
Belinda Ramírez destacó la importancia de la sal en el paisaje y en la cultura canaria. “Las salinas y el oficio salinero son parte importante en la riqueza de nuestro territorio, de nuestro paisaje, y su pérdida supondrá por tanto la pérdida de nuestro patrimonio cultural e histórico”, advirtió.
TEXTO DE LA PROPUESTA
En la propuesta nacionalista apoyada por el PSOE también se pide que el Gobierno de España modifique el Arbitrio sobre Importaciones y Entrega de Mercancías en las Islas Canarias (AIEM), aumentando el tipo impositivo de la sal importada en el Archipiélago, favoreciendo así la competitividad de la sal marina producida en las islas frente a la sal importada del exterior.
Asimismo, se solicita al Gobierno de Canarias que desarrolle medidas de apoyo a las salinas marinas de las islas encaminadas a la rehabilitación de las estructuras salineras deterioradas y sus elementos productivos asociados y que agilice los trámites para la obtención de la denominación de origen protegida de la sal marina artesanal canaria, como garantía de calidad ante los consumidores.